Sobre el orden y el estado de ánimo

Aquí publicamos el mail que nos mando Alejandra, una lectora de Casco Limpio:

Tengo la teoría, casi la certeza, de que el ambiente en el que uno está sumergido influye directamente sobre nuestro estado de ánimo y humor.
Cuando me siento mal y estoy cabizbaja, una de las primeras opciones que encuentro para comenzar a revertir la situación es limpiar y acomodar mi casa, ¡ponerla linda! De a poco mi humor va mejorando, las energías se renuevan y empiezo a sentirme a gusto con mi propio espacio. Funciona; cada vez que lo hago, funciona.
Lo mismo ocurre con la cuidad. No nos sentimos igual al caminarla esquivando botellas en el suelo, excremento de perros y viendo las paredes manchadas con aerosoles tóxicos para el medio ambiente (entre otras cosas), que si pudiéramos recorrerla hallándola linda, protegida, querida y respetada por sus habitantes.
Tengo la teoría, casi la certeza, de que si todos lográramos conectarnos con la belleza y la tranquilidad visual que nos ofrece una cuidad limpia y cuidada, tan placentero sería el resultado que ya nadie querría lastimarla.
Alejandra Lipper

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